BIENESTAR HOLÍSTICO ¿Qué es? ¿Cómo conseguirlo?
En Avalom Quest hablamos continuamente sobre alcanzar nuestro bienestar holístico… Pero, ¿sabes a qué nos referimos cuando hablamos de ser SERES HOLÍSTICOS?
¡Aquí te lo contamos!
La palabra “Holístico”, proviene del adjetivo “Holismo”, cuya raíz griega es “Holos”, que significa: “Total, todo, entero”.
Este concepto nació en el año 1926, cuando el filósofo sudafricano Jan Christiaan Smuts lo describió como: “La tendencia de la naturaleza de usar una evolución creativa para formar un TODO que es MAYOR QUE LA SUMA DE SUS PARTES”, y se ha utilizado en muchas áreas para hablar de los componentes de un sistema que, juntos, cumplen una tarea o función.
Por ejemplo, en la medicina holística, se habla del “verdadero equilibrio” cuando todas las partes de nuestro cuerpo trabajan juntas para mantenernos vivos, no solo nuestro cuerpo físico (como en la medicina occidental).
En la medicina holística, se trata a cada persona como un TODO, siendo conscientes de que las manifestaciones físicas, nunca estarán separadas de las emociones y las sensaciones que la persona pueda estar viviendo en ese momento concreto.
Una medicina mucho más completa y bonita, ¿verdad?
Así como sucede en la medicina holística, podemos entendernos a nosotros mismos de igual forma, como parte de un TODO. Por lo que si nos enfocamos solo en el problema y no le damos importancia a este increíble engranaje que nos conforma, tardaremos en encontrar la solución y en llegar al camino correcto.
Lo mejor para cuidarnos a nosotros mismos, es que seamos capaces de ver la vida desde un punto de vista cada vez más amplio.
¿Sabes cómo podremos hacerlo? Gracias a la teoría de los 4 cuerpos del ser humano.
LA TEORÍA DE LOS 4 CUERPOS
Aunque es cierto que existen distintos enfoques que buscan entender al ser humano en su totalidad, en Avalom Quest nos inspira mucho la teoría de los 4 cuerpos y sentimos que es perfecta para entender bien de qué estamos hechos cada uno de nosotros. Según esta maravillosa teoría, todas las personas estamos formadas por:
- Un cuerpo físico.
- Un cuerpo mental.
- Un cuerpo emocional.
- Un cuerpo energético.
Cada uno de estos cuerpos, tiene una función increíblemente especial en nuestro SER, como si de los engranajes de un motor se tratara. Si alguno de estos cuerpos falta o se desequilibra, tendremos una sensación de vacío y será mucho más sencillo que nos desconectemos de nosotros mismos, comenzando a vivir en “piloto automático”.
Tú también has tenido esta sensación en algún momento, ¿verdad?
EL CUERPO FÍSICO
Nuestro cuerpo físico es lo que podríamos entender como “nuestro vehículo” y la parte de nosotros que más en conexión está con el mundo exterior.
A través de este cuerpo, recibimos constantemente la energía, vibraciones, y sensaciones que el mundo tiene para regalarnos, y, a su vez, nosotros también estamos todo el tiempo proyectándolas.
En infinitas ocasiones, nuestro cuerpo es el resultado externo de lo que nos sucede adentro; por ejemplo, cuando sufrimos de estrés, podemos notar cómo adelgazamos, cómo se nos cae el pelo, nos dan cólicos o nos da un brote de dermatitis. Esta es una conexión demasiado fuerte de nuestro mundo interior con nuestro mundo exterior, porque aquello que nos tiene enfermos por dentro, se manifiesta por fuera.
Esta poderosa comunicación también puede ocurrir del revés, por ejemplo, cuando realizamos alguna actividad física que nos apasiona y liberamos endorfinas, estamos usando nuestro cuerpo físico para regalarnos una sensación de bienestar interior, lo que sana nuestro cuerpo emocional.
EL CUERPO MENTAL
Este cuerpo es el primer contacto con nuestro interior. ¡Sí! Estamos hablando de nuestros pensamientos, nuestras ideas, conocimientos, aprendizajes, experiencias y todo aquello que vivimos gracias a nuestro cerebro.
El cuerpo mental, a pesar de estar directamente relacionado con un área mucho más cognitiva que el resto de cuerpos, también está muy unido al cuerpo emocional, ya que depende mucho de las distintas sensaciones y vibraciones emocionales que recibe.
En Avalom Quest, sabemos que aquella famosa frase de “La palabra tiene poder”, es absolutamente cierta, pues todo lo que pensamos (y la manera en la que nos hablamos) crea constantemente nuestra realidad, influyendo directamente en el resto de cuerpos que nos conforman.
EL CUERPO EMOCIONAL
Este fascinante cuerpo, también es conocido como “cuerpo astral” y es esa capa energética que acciona y, sobre todo, reacciona a las señales que emiten el cuerpo físico y el cuerpo mental.
Seguro que a ti también te ha pasado que cuando estás en un lugar que te hace sentir cómodo, tu cuerpo emocional vibra de manera positiva, diferente a si estás en un lugar que no te gusta o no te hace sentir cómodo, donde tu cuerpo emocional vibra de una forma mucho más negativa.
Es muy importante que recordemos que las emociones no son algo estático, ya que son energía, y la energía siempre está en continuo movimiento, de modo que siempre podemos transformarlas.
¿Sabías que únicamente existen dos grandes emociones en el mundo de los humanos que agrupan a todas las demás?
Éstas son el MIEDO y el AMOR.
Así que siempre podremos transformar estas emociones, y lo mejor será que lo hagamos a través del amor.
EL CUERPO ENERGÉTICO
¡Llegó el momento! Es hora de ahondar en lo más profundo de nuestro ser: El cuerpo energético o cuerpo espiritual.
Esta es nuestra conexión más profunda con nuestra propia sabiduría. De hecho, este es el aspecto que más nos diferencia de los animales: ¡Nuestro increíble poder de reflexionar!
Existen muchas formas de conectar con tu cuerpo energético (cada persona puede encontrar mil maneras de conectarse con su YO más profundo), pero la forma más común de analizar este interesantísimo e inexplorado cuerpo es a través de los 7 chakras del cuerpo humano, ¿alguna vez has escuchado hablar de ello?
Cada chakra se encuentra ubicado en una parte del cuerpo y tiene una carga energética distinta. Cuando todos estos chakras se encuentran alineados, encontrarás el equilibrio espiritual de tu ser.